viernes, 27 de febrero de 2009

LA CALUMNIA


Hay una escena en la genial ópera "El barbero de Sevilla", donde el Doctor Bartolo inquiere al maestro de música de su pupila Rosina, el astuto y viejo Don Basilio, sobre cómo se puede librar del Conde de Almaviva, que amenaza con desposar a aquélla y despojarle de la herencia que pensaba el doctor administrar indefinidamente. Basilio se le acerca y casi en un susurro le propone la solución definitiva para acabar con el rival. Inmediatamente el doctor se aparta de un salto, horrorizado ante lo que acaba de oir y espeta "Ma...¡una calunnia!" ("Pero...¡una calumnia!"), como rechazando una idea tan deleznable. A continuación se produce una de las piezas más memorables de la obra, un solo conocido como "El aria de Don Basilio", donde éste explica el funcionamiento y efectos de una calumnia desde que comienza como un susurro que se introduce en la oreja de la gente y suavemente va subiendo el tono , estallando finalmente "come un colpo di canonne" ("como un cañonazo"), consiguiendo la destrucción social del individuo ante el público oprobio, mediante la instrumentación de una mentira.

El PP del Ayuntamiento de León lleva instalado en la táctica de Don Basilio, en materia de personal, desde que comenzó el proceso de reestructuración de la plantilla municipal. Ha venido observando cómo no sólo se destruyen los modos y estructuras caciquiles con las que venía funcionando y cómo a muchos protegidos, contratados ilegalmente por decreto, les ha tocado el proceso de adelgazamiento de la plantilla. Es inevitable que personas cercanas a ,los "populares"se vean afectados por una decisión general que ha afectado prácticamente a 300 personas hasta ahora, dado el trapicheo en que se había convertido esta materia y a que, precisamente, los que entraron por la puerta de atrás son las plazas que precisamente no se necesitaban. Otras muchas personas han sufrido este recorte, pero estos les importan menos. Para más inri, piensan ellos, se han quedado con las vergüenzas al aire porque se ha destapado la utilización clientelar de la plantilla y de cómo esto se pagaba con los impuestos de todos y todas.

Y han decidido contraatacar. Ya lo he escrito antes: sin rigor, sin soporte documental alguno, falseando cifras y directamente inventando. Ruedas de prensa constantes repitiendo eslóganes, creación de toda una panoplia de blogs y páginas directamente delictivas con alusiones personales permanentes, filtraciones interesadas de datos sesgados...todo ello tratando de que alrededor de este asunto haya mucho ruido y quede una sensación de que, como mínimo, aquí todos somos iguales. Han hecho de la calumnia y la injuria un modo de hacer política. Y es que han comprendido que, aunque su utilización convierte a quien lo hace en un miserable, la calumnia puede ser más dañina que una bomba nuclear.

Ya comenté en entradas anteriores qué es lo que me encontré cuando llegué y ( como me refería al hablar del asunto de Trillo pidiendo dimisiones), ver al anterior concejal de personal pidiendo mi dimisión me produce náuseas.

Al mismo tiempo y como reflexión: existe un amplio margen de indefensión de los representantes públicos ante ataques repetidos a nuestra honorabilidad, donde el respeto exquisito a la libertad de información (aún cuando la veracidad de lo dicho sea más que dudosa) y la laxitud de interpretación del derecho al honor de los cargos públicos, deja pocas herramientas para la protección ante ataques tan virulentos como faltos de rigor. Al menos, pocas herramientas ágiles. Esto frecuentemente produce un estado de desesperación al observar que la verdad es una e incontestable (otra cosa es cómo se interprete) y por otro lado ciertos medios de comunicación y grupos organizados tratan de crear una realidad paralela que encuentra eco en cierta parte de la ciudadanía, que ya no sabe qué creer.

Sé de antemano que gestiono un asunto delicado, farragoso, complejo, donde será difícil trasladar las bondades de la gestión que se está realizando con mucho esfuerzo. Estoy convencido de que ha habido muchos aciertos y seguro que también algunos errores. Muchas personas individualmente han sufrido las consecuencias de los pufos dejados por los populares, que han obligado a tomar medidas muy duras. No espero que nadie me aplauda, pero lo que sí exijo es que quién lo haga, lo haga al menos con rigor y reponsablemente.


http://www.youtube.com/watch?v=cPsxeH6rWic&feature=related

3 comentarios:

  1. yo creo que ese famoso concejal del PP en valverde ha sido el que ha estado filtrando papelitos por ahí para desacreditarte

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  2. Ay
    En Galicia ganan los que se vanaglorian de ser corruptos, los que se burlan de la justicia, los que espían a los suyos (qué no harán con los otros) e insultan a los contrarios llamándoles "maricones" como si fuera el peor insulto posible.
    Ay
    En Euskadi los "no nacionalistas" suman más que los nacionalistas, y entre los primeros, un tal Basagoiti alardea de haber conseguido sus objetivos, de ser "decisivo" y de estar ahora a la espera de que el PSE llame a su puerta para cumplir sus compromisos.
    Ay
    ...y al presi le falla el Barça.

    Tenemos mucho que hacer. Y no siempre será fácil.

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  3. En general la gente se "asorda" ante las palabras de los honestos ya que el instinto de supervivencia, la "picaresca", hace sentir que aquel que es justo y que intenta llevar su cualidad personal a ámbitos públicos, no es persona de la que sacar provecho de forma rápida y cómoda.
    Hoy en día, los argumentos idealistas y todo lo que tenga el tufillo de lo ecuánime no interesa, es más, asusta. Las gentes con cabeza tienen que usar estrategias de despiste con las que, bajo el camuflaje de lo que no es, conseguir los objetivos que realmente se buscan. Es una técnica ciertamente maquiavélica, que en algún momento implica dañar a quienes no se busca producir daño alguno, pero el objetivo final se consigue.
    NO hablo de sacrificios, hablo de estrategias que no siempre deben ser públicas más hallá de uno mismo y un experto en la política de lo perverso.
    Creo que ahí tienes una necesidad.

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