
Hay una escena en la genial ópera "El barbero de Sevilla", donde el Doctor Bartolo inquiere al maestro de música de su pupila Rosina, el astuto y viejo Don Basilio, sobre cómo se puede librar del Conde de Almaviva, que amenaza con desposar a aquélla y despojarle de la herencia que pensaba el doctor administrar indefinidamente. Basilio se le acerca y casi en un susurro le propone la solución definitiva para acabar con el rival. Inmediatamente el doctor se aparta de un salto, horrorizado ante lo que acaba de oir y espeta "Ma...¡una calunnia!" ("Pero...¡una calumnia!"), como rechazando una idea tan deleznable. A continuación se produce una de las piezas más memorables de la obra, un solo conocido como "El aria de Don Basilio", donde éste explica el funcionamiento y efectos de una calumnia desde que comienza como un susurro que se introduce en la oreja de la gente y suavemente va subiendo el tono , estallando finalmente "come un colpo di canonne" ("como un cañonazo"), consiguiendo la destrucción social del individuo ante el público oprobio, mediante la instrumentación de una mentira.
El PP del Ayuntamiento de León lleva instalado en la táctica de Don Basilio, en materia de personal, desde que comenzó el proceso de reestructuración de la plantilla municipal. Ha venido observando cómo no sólo se destruyen los modos y estructuras caciquiles con las que venía funcionando y cómo a muchos protegidos, contratados ilegalmente por decreto, les ha tocado el proceso de adelgazamiento de la plantilla. Es inevitable que personas cercanas a ,los "populares"se vean afectados por una decisión general que ha afectado prácticamente a 300 personas hasta ahora, dado el trapicheo en que se había convertido esta materia y a que, precisamente, los que entraron por la puerta de atrás son las plazas que precisamente no se necesitaban. Otras muchas personas han sufrido este recorte, pero estos les importan menos. Para más inri, piensan ellos, se han quedado con las vergüenzas al aire porque se ha destapado la utilización clientelar de la plantilla y de cómo esto se pagaba con los impuestos de todos y todas.
Y han decidido contraatacar. Ya lo he escrito antes: sin rigor, sin soporte documental alguno, falseando cifras y directamente inventando. Ruedas de prensa constantes repitiendo eslóganes, creación de toda una panoplia de blogs y páginas directamente delictivas con alusiones personales permanentes, filtraciones interesadas de datos sesgados...todo ello tratando de que alrededor de este asunto haya mucho ruido y quede una sensación de que, como mínimo, aquí todos somos iguales. Han hecho de la calumnia y la injuria un modo de hacer política. Y es que han comprendido que, aunque su utilización convierte a quien lo hace en un miserable, la calumnia puede ser más dañina que una bomba nuclear.
Ya comenté en entradas anteriores qué es lo que me encontré cuando llegué y ( como me refería al hablar del asunto de Trillo pidiendo dimisiones), ver al anterior concejal de personal pidiendo mi dimisión me produce náuseas.
Al mismo tiempo y como reflexión: existe un amplio margen de indefensión de los representantes públicos ante ataques repetidos a nuestra honorabilidad, donde el respeto exquisito a la libertad de información (aún cuando la veracidad de lo dicho sea más que dudosa) y la laxitud de interpretación del derecho al honor de los cargos públicos, deja pocas herramientas para la protección ante ataques tan virulentos como faltos de rigor. Al menos, pocas herramientas ágiles. Esto frecuentemente produce un estado de desesperación al observar que la verdad es una e incontestable (otra cosa es cómo se interprete) y por otro lado ciertos medios de comunicación y grupos organizados tratan de crear una realidad paralela que encuentra eco en cierta parte de la ciudadanía, que ya no sabe qué creer.
Sé de antemano que gestiono un asunto delicado, farragoso, complejo, donde será difícil trasladar las bondades de la gestión que se está realizando con mucho esfuerzo. Estoy convencido de que ha habido muchos aciertos y seguro que también algunos errores. Muchas personas individualmente han sufrido las consecuencias de los pufos dejados por los populares, que han obligado a tomar medidas muy duras. No espero que nadie me aplauda, pero lo que sí exijo es que quién lo haga, lo haga al menos con rigor y reponsablemente.
http://www.youtube.com/watch?v=cPsxeH6rWic&feature=related