sábado, 19 de enero de 2013

EL MUSAC Y LAS PIEDRAS (CONTRA NUESTRO PROPIO TEJADO)


Las generalizaciones son recursos para el análisis y evidentemente son injustas con los hechos individualizados. Pienso que allí donde se pueda, hay que huir de las mismas.

Haciendo no obstante una de ellas, creo que el hecho diferencial español con respecto a otras sociedades europeas es la conformación del sentido crítico. Mientras que en otros lugares éste es de carácter permanente, modulado y ayuda a ir mejorando, en nuestro país el sentido crítico se administra a gorrazos y normalmente es de carácter inclemente y destructivo.

Si descendemos más localmente, el fenómeno se agudiza o modera según territorios. León ha sido argamasa esencial de la construcción de esa España insensible con sus propias peculiaridades y consecuentemente con ello, ha ido permitiendo la subsunción de su propia identidad en otras más grandes de acuerdo con ese principio. Por ello cualquier característica (positiva o negativa) aplicable a todo el conjunto, normalmente en León se agudiza. La tendencia a la crítica destructiva, al cainismo, al linchamiento colectivo de personas, fenómenos o cosas que sobresalgan, lamentablemente es una característica muy propia. Y en el pecado llevamos la penitencia...

Ni soy un entendido ni un gran admirador del arte moderno (sí eventual visitante  de exposiciones con desigual impresión) y quizá sorprenda a alguien si digo que el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) , es para mi la acción más positiva que ha tenido la Junta con la ciudad de León.

No me gusta el que dependa de una fundación bastante opaca y exenta de control como la Fundación Siglo, no me gusta la gestión de personal que ha motivado incluso sentencias condenatorias por las precarias condiciones y por decisiones ilegales...pero sí me gusta el concepto y su gestión artística-promocional.

Obviamente se me escapan muchísimas cosas como lego y no puedo sacudirme mi tendencia escéptica, pero estimo que aunque solo sea por la labor promocional de León en el exterior, la inversión merece la pena. He de decir que en los diferentes lugares del mundo en los que he estado, difícilmente encontré en publicación, web...referencia alguna a esta tierra; una o dos veces alguna a la Catedral, alguna vez más a las Médulas en El Bierzo (de eso hablaremos otro día)...Pero lo que he visto en Rusia, EEUU, UK, etc, es que en cualquier revista o referencia cultural son abundantes las reseñas sobre el MUSAC en León. Éste centro ha puesto a León en el mapa y por eso creo que es la mejor inversión promocional que se haya hecho con una promoción pública.

Estos días se ha inaugurado una nueva exposición en la que se utilizan  entre otras cosas, materiales de construcción. Ello ha motivado un aluvión de críticas en medios de comunicación locales por su coste, calidad artística, sentido...Ciertamente algunas respetuosas  independientemente de su intensidad, otras delirantes.

Es curioso que sea desde aquí donde la dureza y el ataque destructivo se cebe con la instalación. Cualquiera claro está, puede opinar lo que le parezca sobre tal o cuál exposición, pero la censura es tan bestial que en algunos casos lo que parece más bien es que lo que nos molesta es el propio museo, que nos sobra...¡que se lo lleven! Este fenómeno no es nuevo, esto sí que es muy "leonés", ha ocurrido con y en tantas cosas...Llegamos al extremo de poner en duda el propio concepto del arte contemporáneo en algunas reseñas (no quiero referirme a quiénes en la historia hablaban de "arte degenerado"). E insisto, lo que digo no implica que nos abstengamos de cualquier sentido crítico o que incluso podamos tener razón en nuestras afirmaciones  Pero todo hay que modularlo y a cualquier ciudad del tamaño de León o aún mayor le tocaría la lotería si tuviera este centro. Bajo mi punto de vista, lo que deberíamos hacer es defender su permanencia y mucho más la mejora en su gestión, no dar excusas ni razones para perderlo.

No vamos tan sobrados de cosas por aquí...

Por cierto, quiero dar la enhorabuena a los/as responsables de las nuevas exposiciones porque al menos ya han conseguido que se hable de ello, lo que cumple todos los mandamientos de toda instalación que se precie.

1 comentario:

  1. Ese sentido crítico que comentas, distinto a la crítica filosófica entendida como conclusión a un análisis intelectual, no visceral, es algo que compartimos todos los españoles. Pueden más, eso, las vísceras que la razón, las ganas de demoler que las de felicitar y los prejuicios a un juicio objetivo. Antes de entrar a ver la exposición ya estamos dispuestos a que no nos guste, no necesitamos ver la primera obra para saber que todo va a ser la misma porquería de siempre.
    Afortunadamente este fenómeno sólo afecta al 99% de la población.
    TiTo

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