miércoles, 5 de diciembre de 2012

EL PP en el gallinero


La votación de las últimas elecciones generales en nuestro país se produjo en un clima excepcional y ante circunstancias muy concretas.Una parte importante del electorado estaba furioso porque teóricamente el PSOE se había desviado con sus políticas de lo que eran sus atributos más tradicionalmente reconocibles y deseaba castigar y cambiar. Pero que ese cambio se instrumentalizara a través del voto PP, tiene tanto sentido como que decidiéramos solucionar un empacho pegándonos un atracón de hamburguesas en el primer Mc Donalds que tuviéramos a mano.

Durante 30 años la socialdemocracia en este país  fue construyendo un Estado Social y de Derecho, a semejanza de las democracias sociales europeas más avanzadas. Nuestro edificio era y es imperfecto, pero fue construido en tiempo récord... en Europa han tenido un turno excepcional de 40 años para ir avanzando por el tablero, mientras nosotros permanecíamos en la casilla de la cárcel del juego de la oca. Lo conseguido en términos históricos es excepcional y motivo para que nos sintamos orgullosos. De hecho, hay espacios como la sanidad pública en los que no tenemos nada que envidiar a aquéllos que implementaron su sistema muchos años antes y con más recursos.

Obviamente nuestro sistema social estaba todavía en construcción, consiguiendo durante la etapa Zapatero hitos como la Ley de Dependencia o avances en materia de igualdad grandiosos.

Y en esto llegó la crisis...y en esto llegó el PP y mandó parar. Y en esto nos dimos cuenta de que acertada o equivocadamente el PSOE había tomado decisiones que no nos gustaban, que no nos permitían en aquel momento diferenciarlo del PP. Pero que nadie había tocado aquéllo que nos permite ser esencialmente iguales en el cubrimiento de las necesidades más básicas (asumiendo que aún así había gente que ya lo estaba pasando mal).

Hoy ha pasado un año y nos vamos dando cuenta dramáticamente de que eso del "PPSOE", o "PSOE y PP la misma mierda es" son eslóganes ingeniosos y eficaces, pero absolutamente falsos. No existen en España bases mínimas de consenso intocables alrededor de los servicios de cobertura fundamentales y ahí es dónde radica la diferencia. La derecha ha encontrado en su incontestable hegemonía institucional y mediática, y en la justificación que en sí misma conlleva para todo la crisis económica, el caldo de cultivo ideal para darle la vuelta a un sistema en el que los/as españoles/as éramos demasiado iguales para su gusto. Y también para resucitar fantasmas de división territorial que justifiquen a su vez darle al "rewind" del cassette, independientemente de la fractura que esto pueda crear.

Hoy más que nunca, empezamos a darnos cuenta de que necesitamos un frente común que contrapese a una derecha que hace tiempo que dejó de preguntarse qué les separa entre sí, para concentrarse en qué les separa de los demás. Y es evidente que, asumiendo los cambios y las rectificaciones que hay que hacer, es imprescindible un PSOE fuerte y en forma, como gran proyecto alternativo frente a los conservadores (de sus privilegios). Eso no significa que más opciones no tengan espacio y papel que jugar, pero si algo nos han demostrado los últimos procesos electorales es que sin PSOE, sin un gran partido central progresista en España, no hay alternativa real al PP.

Ahora toca movilizarse y apretar los dientes en la calle y en las instituciones ante lo que nos está cayendo, seguir despertando y reconstruyendo instrumentos para organizar la resistencia ante el ataque a los derechos más básicos de la mayoría. Y dejar de mirar con desconfianza al que tenemos al lado sosteniendo la pancarta o caminando en la manifestación...Porque mientras, tenemos al PP en el gallinero, comiéndonos uno a uno y observando durante la digestión cómo nos seguimos pegando entre las gallinas.

1 comentario:

  1. Suscribo todo lo que dices. Y es más: actualmente, a pesar de que el PP no para de decir que está haciendo lo que tiene que hacer obligado por las circunstancias (heredadas, claro), es, en la mayoría de los casos, una mera excusa para aplicar ideología, para tomar decisiones que las hubiera tomado aunque no hubiera ninguna crisis. El gobierno recorta, no solo porque haya necesidad de recortar, recorta porque no le interesa el gasto público. No le interesa la sanidad pública (como a los republicanos americanos), ni le interesa gastarse un duro en enseñanza pública (la forma de asegurar los mejores puestos para sus cachorros es la exclusividad de la formación en colegios elitistas), ni le interesa nada que suponga un intento en conseguir igualdad. Sí le interesa el despido libre, sí le interesa condiciones laborales sin derechos, sí le interesa un montón de cosas que está haciendo con el escudo de que no hay dinero, como privatizaciones y concesiones. El PP aplica ideología en su gobierno y no solo porque esté obligado a recortar.
    Cuando se dice "todos los políticos son iguales", se está haciendo una gran injusticia pues afortunadamente hay diferencias. Eso sí, esas diferencias tenían que haberse notado más, pero eso también lo dices en tu post, así que dicho queda.
    TiTo DiXit

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