Reproduzco aquí la transcripción en borrador del debate que sostuve este jueves con el Secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal. Entiendo que es interesante para observar las claves de presente y futuro en las que se mueve y moverá el sector.
De aquí se extraen algunas certezas y no todas buenas. Especialmente el que no haya fecha concreta para el pago de las ayudas (y no podemos esperar más) y el que no se prevea norma jurídica alguna que asegure la quema de nuestro carbón en las térmicas a partir de 2014.
Pregunta sobre si el Gobierno mantiene su
intención de realizar un Plan del Carbón 2013-2018 "original y
novedoso", con indicación de sus características. (Núm. exp. 681/000459)
Autor: GARCÍA DEL BLANCO, IBÁN (GPS).
Pregunta sobre las razones por las que el
Gobierno no emplaza la reunión de la Mesa del Carbón para la negociación
inmediata de un acuerdo. (Núm. exp. 681/000461)
Autor: GARCÍA DEL BLANCO, IBÁN (GPS).
El
señor PRESIDENTE: Pasamos a las siguientes preguntas de don Ibán García Blanco,
que entiendo agrupa también.
Tiene la palabra su señoría.
El señor GARCÍA BLANCO: Sí, señor
presidente, las agruparé en una sola intervención.
Buenas tardes. Doy las gracias al señor secretario de Estado
por tener la oportunidad de departir con él sobre las cuestiones de la energía,
y más concretamente del carbón. Me hubiera gustado haber tenido la oportunidad
conocer al anterior, de la misma forma que
me hubiera gustado que el ministro de Turismo hubiera entrado en alguna cuestión
más específica, como está haciendo el secretario de Estado con respecto al
sector, y de la misma forma también que este grupo lleva esperando a que el
director general de la Guardia Civil —casi llevamos esperando un año— dé
explicaciones en el Senado con respecto al funcionamiento de la Guardia Civil
en relación a las huelgas mineras de hace prácticamente un año. Señor secretario de Estado, soy consciente
de que lleva muy poco tiempo y es verdad -se lo debo reconocer- que de sus
palabras y declaraciones de esta semana se pueden extraer algunas consecuencias
positivas; como mínimo, veo que es un sector que usted conoce. Decía usted que
lleva un mes trabajando, que lleva un mes y medio aproximadamente reuniéndose
con los agentes del sector. Lo que yo me pregunto es lo que habríamos podido
adelantar si esto lo hubiésemos hecho hace un año y medio y si su homólogo
anterior o el propio ministro hubieran desbloqueado el diálogo hace un año y
medio, como le pedía en esta pregunta; como mínimo, hubiera convocado la
Comisión de seguimiento. Pero creo que no toca en este momento repartir
culpabilidades, no toca desgastar ni al Gobierno ni a la oposición sino hacer
una foto fija del sector y plantear posibles soluciones, porque, a diferencia
de lo que usted acaba de afirmar, lo cierto es que la realidad del sector en
estos momentos es de agonía absoluta, a lo que han hecho referencia algunos
intervinientes antes que yo.
El sector de la minería en España
está en la UVI y es un enfermo que está por estabilizar, y lo primero que
tenemos que hacer es estabilizar al enfermo, y este sector está en una
auténtica emergencia social. Sé que los representantes de ACOM, que se han
reunido con usted esta misma mañana, le han trasladado cuál es la situación de
las cuencas mineras, de práctica inanición por parte de las familias por la
falta de ingreso de cualquier cantidad desde hace meses, incluso con reparto
colectivo de alimentos en comarcas mineras que en estos momentos están
sufriendo una situación de emergencia social. Hace falta de forma inmediata que
atiendan a una serie de cuestiones y den soluciones: en primer lugar y de forma
prioritaria, que se paguen las ayudas correspondientes a 2012. Y es que han
planteado una excusa en esta comisión, y últimamente además así lo ha hecho
usted, en cuanto a que desde el punto de vista jurídico es imposible hacer
frente al pago de las ayudas en concepto de subvención. Es cierto, pero no es
menos cierto que han tenido todo el año 2012 para pagar y también que la
situación generada en la tesorería de las empresas viene como consecuencia de
no haber pagado en 2012. Tiene que haber algún tipo de solución jurídica para
desbloquear esta situación para esas empresas, porque, como digo, hay cientos,
miles de trabajadores que están a la espera de que se dé una solución
inmediata. Antes -como se hizo referencia también- se pusieron otra serie de
excusas encima de la mesa para no pagar, pero lo cierto es que ahora tenemos
que solventar esta cuestión. En segundo lugar, como usted también ha dicho, hay
que asegurar una estabilidad en cuanto a lo que es el suministro de la
producción de nuestras minas en nuestras centrales térmicas y establecer un
marco de previsibilidad de cuál va ser el escenario que van a tener las
empresas con contratos a largo plazo y que permita hacer un planteamiento
sostenible del sector a medio y largo plazo, que por lo menos permita
proyectar. Ustedes han prorrogado el real decreto de garantía de suministro de
2010 pero necesitamos una norma jurídica nueva que funcione a partir de 2014
para conseguir eso. Desde luego que han puesto las cosas mucho más difíciles
por la fiscalidad que aprobaron en diciembre del año pasado, puesto que han
incrementado la carga impositiva para la utilización del carbón para generar
energía eléctrica.
Por otro lado -también ha hecho
usted referencia a ello-, nuestro sector térmico se encuentra con otra
encrucijada que hay que solventar y a la que hay que dar solución, que es la de
2016. El refuerzo que se ponen las térmicas en cuanto a atender a los picos de
demanda sigue siendo insustituible hoy
por hoy en nuestro mercado eléctrico y lo cierto es que tenemos una normativa
europea que nos obliga a la adaptación de todos los grupos térmicos en cuanto a
la emisión de determinados gases de efecto invernadero, en este caso a la
instalación de desnitrificadoras y desulfuradoras, y no todas nuestras
centrales a día de hoy están adaptadas. ¿Qué es lo que piensan hacer al
respecto?
Por otro lado, otro reto inmediato
es el planteamiento que tiene que hacer el Gobierno español con respecto al
debate que está abierto en las instituciones europeas, con arreglo a esas voces
están pidiendo que se intervenga el mercado de los derechos de emisión para
elevar su precio. Eso supondría a muy corto plazo para nosotros también una
carga inmensa respecto a las centrales térmicas y el carbón nacional. Creo que
la posición de este Gobierno y del Estado español, puesto que ha sido
puntilloso en cuanto al cumplimiento de la estrategia 2020 y del protocolo de
Kyoto, tiene que ser la de que por lo menos se nos dé un poco de aire desde las
instituciones europeas y no aprueben una norma en ese sentido. Por otro lado,
es perentorio que se negocie un mecanismo de viabilidad para que las empresas
que reciban ayudas vinculadas al cierre –usted ha hecho referencia a que hay
una estación término- referidas al artículo cuatro de la Decisión 787 de 2010 y
sean competitivas en 2018 no tengan que cerrar. Parece que no tiene sentido que
se consiga reorientar todo un sector, que se consiga ganar productividad y que
por una cuestión de tesorería inmediata en 2018 tengan que cerrar estas
explotaciones.
Como hacía referencia en una de mis
preguntas, evidentemente hay que afrontar la negociación del plan del carbón
2013-2018. Hay países que ya han hecho algún planteamiento, también en función
de lo que permite el artículo cuatro de la Decisión 787; Rumanía y Alemania ya
lo han presentado. Es verdad que ustedes ya están en negociación con los
agentes sociales, pero les diría que no marquen una estación término inmediata,
que no tengan tanta prisa en llegar a un acuerdo inmediato, sea éste cuál sea,
porque en este caso vale más tratar de conciliar todas las voluntades que están
en juego. Y, evidentemente, como grupo político también le pedimos la mayor
participación posible en la búsqueda de una solución. Desde luego, empezamos
mal, porque en 2013 ustedes no llevan ni un solo euro para un plan 2013-2018.
Luego, tendría que haber algún tipo de modificación presupuestaria, si es que
se plantea en esos términos, como
prometió por cierto el ministro de Industria..
En definitiva -y terminó mi primera intervención-, cualquier conocedor
-y usted lo es- del sector eléctrico y del mercado eléctrico, y más del sector
del carbón, sabe perfectamente que es infinitamente más costoso en términos de
país desmantelar el sector que mantenerlo. Desde luego, en cuanto a los puestos
de trabajo en las zonas donde el carbón es un monocultivo que no tiene
sustitución en el corto ni en el medio plazo, con comarcas enteras
dependientes, la verdad es que da pena –a mí, que provengo de una comarca
minera- pasear incluso por municipios que no son mineros pero que evidentemente
son dependientes del influjo que genera la minería en la zona. Por otro lado,
es perentorio por parte del país mantener la industria del carbón, el carbón autóctono
por una cuestión de seguridad del suministro. Además hay normativa española y
europea que así lo mandatan.
Asimismo, si al final se cayera
todo este sector tendríamos que adaptar nuestras centrales térmicas y el coste
medio aproximado, sabiendo que técnicamente no es posible adaptar todas, es de
más de 200 millones de euros por central térmica, lo cual, haciendo un cálculo
muy sencillo, puede dar una idea de cuál es la situación que tenemos, por no
hablar de otro tipo de cuestiones, de cuál es la evolución de los precios del
carbón en el mercado internacional y, desde luego, de lo que supone -y usted
también ha hecho referencia a ello- la dependencia energética de este país del
déficit de la balanza de pagos, del cual más del 80% tiene como consecuencia la
importación de productos energéticos.
Ha dicho usted reiteradamente durante estas semanas, y también lo ha
dicho aquí -y lo alabo, porque en algún caso también ha corregido al ministro,
aunque sólo sea por ausencia de cualquier declaración en ese sentido- que
quiere un sector del carbón español. En este caso, lo que le pregunto es qué va
a hacer el Gobierno y que va hacer usted para curar a este enfermo, para
sacarlo definitivamente de la UVI.
Gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias, señoría..
Tiene la palabra el señor secretario de Estado.
El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ENERGÍA (Nadal Belda): Muchas gracias,
señor presidente.
Entiendo que están formuladas las
dos preguntas. (Asentimiento.)
Agradezco a su señoría la
intervención.
Lo primero que quería decirle es que lo que yo estoy diciendo es
exactamente lo mismo que dice el ministro. Es más, es el ministro quien da
instrucciones a este respecto de mantener la mayor cantidad de actividad minera
posible, no sólo hasta 2018 sino más allá de esa fecha.
Su señoría convendrá conmigo en que no dejamos de tener un marco
extraño, un marco en el que tenemos una decisión comunitaria que nos dice que
las ayudas son al cierre pero las extiende durante un largo periodo de tiempo.
Es el punto de partida. Al mismo tiempo, nos permite un cierto movimiento en la
garantía de suministro, pero ésta no debe alterar el precio del mercado y debe
generar distorsiones a la competencia. Éste es el marco en el que nos movemos.
Por tanto, como le decía antes, es un desfiladero muy estrecho, en el que
necesitamos la aportación de todos los agentes del sector para ver cuál es el
mejor mecanismo en el que podemos trabajar para darle viabilidad. Repetir el
decreto de restricciones es imposible, todos lo sabemos. El decreto de restricciones
se aprobó en circunstancias muy excepcionales y con fecha de caducidad, y esta
se puso en el momento de su aprobación, en el año 2010. Por lo tanto, lo que
generemos hacia el futuro tiene que ser algo más cercano al precio de mercado
pero, al mismo tiempo, intentando que sea lo más estable posible, y es ahí
donde juegan las negociaciones entre el sector eléctrico, el sector del carbón
y los agentes sociales, con los que ustedes saben que nos estamos reuniendo de
manera continua. Ya desde el mes de febrero, al poco de llegar a la Secretaría
de Estado, me reuní con todos ellos, y a partir del mes de marzo, una vez que
ya tuvimos un cierto esquema claro de cuáles debían ser los parámetros en los
que abrir la negociación, hablamos con los agentes sociales.
Por cierto, el año pasado se reunió
seis veces la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón y mi predecesor pasó
por esta comisión también al menos una vez. Lo digo porque es verdad que yo me
he dado cierta prisa, pues en cuanto que he sido nombrado el 28 de diciembre he
comparecido gustosamente ante esta comisión en el mes de marzo, pero no existe
un interés por parte del Gobierno de no comparecer ante la Cámara ni ante sus
comisiones.
Volvamos al carbón. Como le he dicho
anteriormente, va a ser una negociación delicada, una negociación en la que
tenemos recursos limitados y hay que utilizarlos sabiamente, con el objetivo
fundamental de crear una minería competitiva que tenga capacidad de producir de
forma permanente. Este es el objetivo principal. El objetivo secundario es que
si hay alguna explotación que no puede continuar, bien en 2014, bien en 2018,
en ese caso, lo que tenemos que hacer es garantizar las mejores salidas
posibles, bien de empleos directos, bien de apoyo social, para los trabajadores
de esas minas, siendo ese el objetivo prioritario. Y ese es el esquema que
hemos puesto encima de la mesa y el que estamos negociando con todos los
agentes sociales y en el que también estamos dialogando con las comunidades
autónomas y con los ayuntamientos de las comarcas mineras que, como usted bien
recordaba esta mañana, me he reunido con ellos.
¿Qué posibilidades tenemos? Pues
intentaremos que sean las máximas posibles. Va a depender de cómo vaya el
proceso de negociación y de lo que aporte cada parte. Una cosa le tengo que
recordar, hay una empresa clave en la parte eléctrica que posee las centrales
de interior, fundamentales para la supervivencia de la minería española. En
estos momentos, está en manos de otro Estado miembro de la Unión Europea, es su
principal accionista. No son las mejores condiciones para negociar con esa
empresa. A nosotros nos hubiera gustado tener otras, pero, la historia es la
que es, lo que pasó en las pasadas legislaturas es lo que pasó en las pasadas
legislaturas, pero ya le digo, que mientras el diálogo con la mayor parte del
sector es fluido, no siempre es fluido con un consejo de administración que
está situado en otro país.
En cuanto a qué podemos hacer, pues
con los recursos que tenemos la idea central es apoyar la actividad productiva.
En primer lugar, ver a qué acuerdo podemos llegar con las empresas eléctricas
para que generen acuerdos a largo plazo dentro del marco de inversión
medioambiental que tienen que llevar a cabo; en segundo lugar, a las empresas
mineras, un ejercicio de realismo. Parte de los problemas que estamos teniendo
proceden de que la información que nos han suministrado hasta ahora para
elaborar el plan de cierre que nos exige Bruselas es insuficiente. Necesitamos
verdaderamente hacer un ejercicio de realismo, unidad de producción por unidad
de producción, y eso es lo que estamos haciendo. Estamos convocando a cada
empresa para analizar unidad de producción por unidad de producción; y, en
tercer lugar, a los trabajadores, un esfuerzo de competitividad, que lo están
haciendo, y de comprensión en los casos en que tengamos que tener en alguna
unidad una posibilidad de cierre. Eso es en lo que estamos trabajando y
dialogando en estos momentos. Yo creo que debemos ser optimistas, que podemos
encontrar un camino por el que una parte importante de las actividades de la
producción minera de carbón siga hacia delante y crear un sector competitivo.
Respecto a lo que decía usted de
trabajar para que la empresa que sea viable en 2018 no tenga que devolver las ayudas,
claro que trabajaremos en esa línea, pero es que lo que ha decidido Bruselas es
otra cosa, por tanto, trabajaremos en la medida de lo posible. Pero ese no debe
ser el escenario central en el que me hago competitivo en 2018 y a ver si tengo
suerte, el escenario central es intentar ser competitivo desde ahora para no
tener problemas en el futuro, y eso es en lo que nosotros estamos intentando
trabajar.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.
En el turno de réplica, tiene la
palabra el señor García del Blanco.
El señor GARCÍA DEL BLANCO: Muchas
gracias, señor secretario de Estado.
Le honra la defensa de su homólogo
anterior y también del ministro, pero la verdad es que el secretario de Estado
anterior estuvo aquí compareciendo en los presupuestos y poco más. Y el
ministro lo cierto es que no se sabe muy bien qué ha defendido hasta ahora
porque lo único que sabemos son las consecuencias de las decisiones que ha
tomado, que es verdad que el sector está en un momento de agonía absoluta y que
cada cierto tiempo hacía una declaración contradictoria con la declaración
anterior. Desde luego, no vengo aquí a hacerle la pelota, por decirlo
vulgarmente, pero es cierto que desde que llegó usted es la primera vez que
conocemos plausiblemente cuál es la intención del Gobierno y, al menos, la
oposición tiene un interlocutor con quien poder hablar.
Me ha hablado usted de deseos.
Hablando de desiderátum, hubiera deseado que esta misma circunstancia se
hubiera dado hace más de año y medio, que no tuviéramos que haber esperado
hasta ahora para hacer todos esos deberes que, evidentemente, necesita un
sector que está en una situación muy precaria. De todas maneras, por hacer
honor a lo que le dije al comenzar, la oposición le va a poner encima de la
mesa alguna propuesta, alguna solución. En primer lugar, como he dicho, hay una
prioridad absoluta sobre todas las demás porque, como bien comentábamos, a
partir de 2014, 2016, 2018, hay que hacer determinadas cuestiones y arreglar
antes algunas cosas, pero tenemos una situación de emergencia social en las
cuencas que necesitan medidas ya; y una medida es negociar convenios de pago,
si realmente ese es el problema, con la Seguridad Social, periodificados,
asumibles por las empresas, que permitan el ingreso de las subvenciones con
respecto a los presupuestos de 2012, por supuesto, primando, priorizando, por
encima de todo lo demás, el pago de las cuotas también de 2013 de la Seguridad
Social, pero sobre todo las nóminas, puesto que, como decía y ha comentado
algún compañero anteriormente, hay trabajadores del sector que llevan meses sin
cobrar y están en una situación muy precaria. Por cierto, quiero preguntarle
también que de todo lo que está contenido en 2013 en principio para ayudas a la
actividad, ¿cuánto se va a destinar directamente para las empresas?
Por otro lado, como decía, le deseo
el mayor de los éxitos en la negociación con el sector eléctrico. Lo que está
claro es que necesitamos una normativa estable, como bien ha dicho, para
plantear normalidad y previsibilidad en el sector para que podamos tener cierto
conocimiento de lo que va a ocurrir a medio y largo plazo. Le pongo una
propuesta encima de la mesa -y estamos hablando de normativa europea-, ya que
se reducen y tendrá que reducirse necesariamente las ayudas, ¿por qué no
cumplimos también la decisión 787, en cuanto a lo que obliga o mandata a que se
pague el carbón nacional a precio de carbón internacional, ya que eso no se
está cumpliendo ahora? En este caso el Gobierno es el que plantea los precios a
través de legislación, a través de normativa, de reglamentación. Yo lo que le
digo es que se cumpla, en ese sentido, el artículo 3 de la decisión 787. Por
cierto también, y usted ha hecho referencia a ello, ordenar ya definitivamente
el sector. Crear la figura que también permite la normativa de las minas
competitivas y minas en transición a la competitividad para tener un marco
regulatorio y un marco económico cognoscible a medio plazo que nos permita
planificar y no estar siempre a salto de mata e improvisación constante.
Por otro lado, en cuanto a la
adaptación de las centrales térmicas que usted no ha comentado, creo que tiene
que ser una prioridad de este Gobierno ayudar, impulsar, incentivar a las
centrales térmicas a que se adapten a lo que exige la normativa europea a
partir de 2016. Por lo que tengo entendido y por lo que he hablado con
representantes también de instituciones europeas, podrían hasta recabarse
ayudas europeas para afrontar este tipo de inversiones, y estamos hablando de
centrales térmicas en su mayor medida radicada también en comarcas mineras que
son muy dependientes del empleo que se generan alrededor de las centrales
térmicas; por supuesto, negociar un plan del carbón 2013-2018, del cual no me
ha adelantado ninguna coordenada. Espero que así lo haga en la siguiente
respuesta, al menos de manera telegráfica.
Y lo que le pido encarecidamente en
nombre de mi grupo, y así se lo traslado también a nuestros representantes en
el Parlamento Europeo, es que la posición del Estado español sea firme en las
instituciones europeas con respecto a que no se eleven los precios de emisión
de gases de efecto invernadero, porque nos van a colocar en una situación muy
difícil a nuestro país, al menos, a corto plazo. Ya veremos si en un mercado
internacional de regulación, en este caso de derechos de emisión, se puede
negociar otra cosa, pero, desde luego, a escala europea, sería un auténtico
harakiri para la supervivencia del sector del carbón europeo.
Y le pido también que traslade a las
instituciones europeas que no se debe vincular la investigación en captura y
almacenamiento de CO2 a lo que se recaude por un hipotético traslado
en el mercado de derechos de emisión. Eso debe ir aparte, y yo creo que ese es
un concepto equivocado. Hay que seguir impulsando proyectos como la Ciuden, en
Ponferrada, y otros proyectos europeos, algunos más paralizados en otros países
europeos que tienen que ver con nuestra apuesta hacia futuro como sociedad, y
también que es patrimonio de todos los europeos, independientemente de cómo
esté el mercado de derechos de emisión. Una cuestión en la que se puede también
trabajar, en la que tendría toda nuestra colaboración y la de las instituciones
en las que tenemos representación, es en el desarrollo del acuerdo del
parlamento europeo del año pasado sobre el sello de calidad de los productos
mineros que cumplan con los convenios internacionales en materia de derechos
humanos y medioambientales. Una obligación de este gobierno —así se lo pedimos—
es que se garantice la reserva estratégica. Eso está garantizado o en este caso
consagrado tanto en la normativa europea como en la española. Me refiero, sin
ir más lejos, a la estrategia española de seguridad que marca, como una de las
cuestiones prioritarias, mantener una reserva estratégica de carbón autóctono.
Lo normal, lo previsible, lo lógico y razonable en un mercado común europeo y
en un mercado sujeto a las reglas del mercado, valga la redundancia, es que se
haga mediante la ordenación del sector. Si no hay otro remedio el Estado no
tiene por qué inobservar la posibilidad de intervenir directamente el sector.
Tenemos el ejemplo de HUNOSA que no es el mejor desde el punto de vista de la
productividad. Es cierto que no es modelo de nada, pero también es verdad que
es un precedente que existe en nuestro país y, lo que es más importante por
encima de todo lo demás, es garantizar la reserva estratégica de carbón.
En definitiva, señor secretario de
Estado, este grupo da prioridad absoluta al pago de las ayudas y a la
estabilidad de la venta del carbón a las centrales térmicas, atendiendo a una
situación de emergencia social absoluta en las comarcas mineras. Yo que vengo
de una comarca minera le digo que la situación es terrible, es para que alguien
se pase y eche un vistazo para ver cómo viven las familias en las comarcas
mineras esta situación ajena a las propias características del mercado en
libertad.
Por otra parte, como conclusión
definitiva de todo el debate que se ha suscitado aquí, nos gustaría conocer
cuanto antes —usted ha dicho que en junio tendrán una respuesta— la estrategia
energética de este gobierno porque lamentablemente ha pasado más de un año y no
la conocemos. Es verdad que ustedes estarán trabajando en ello. Espero que nos
pueda adelantar alguna cosa más a medida que vayan pasando las semanas. Muchas
gracias.
El señor PRESIDENTE: Gracias,
señoría.
Para turno final de dúplica, tiene
la palabra el señor secretario de Estado.
El señor SECRETARIO DE ESTADO DE
ENERGÍA (Nadal Belda): Gracias, señor presidente. Gracias, señoría.
Le agradezco toda la colaboración
que me puedan dar los grupos en un tema tan delicado. Como todo es una cuestión
de equilibrio, una apuesta por el carbón o por la minería del carbón tiene que
compatibilizarse con los costes asociados a la misma, de igual manera que una
apuesta por el carbón no puede ser contradictoria por una apuesta por las
energías limpias. Tenemos que guardar siempre el justo equilibrio entre las
distintas facetas que tiene cada tecnología y cuando fuente de energía. Es
misión de esta secretaría de Estado intentar guardar ese equilibrio.
Antes me dijeron que no tuviésemos
prisa. Sí y no. Hay que hacer un acuerdo como Dios manda. Hay que hacer un
acuerdo lo más equilibrado posible. Hay que hacer un acuerdo con el mayor
consenso posible, pero tenemos prisa por dos razones. La primera porque
necesitamos comunicar un paliación de cierre coherente a Bruselas lo antes
posible. Esto solo puede hacerse en el marco del acuerdo que hay que hacer. La
segunda porque al no estar ahora mismo dentro de un marco aprobado de la
minería del carbón, un marco que regule la minería del carbón no hay cobertura
para los trabajadores.
La situación a la que usted hacía
referencia, de la que soy plenamente consciente —yo me reúno con los comités de
empresas y con los sindicatos, además de con los ayuntamientos y sé
perfectamente cual es la situación—, se voy especialmente agravada porque no
hay un marco de referencia claro para los trabajadores. Eso es, por lo tanto,
una prioridad para la secretaría de Estado. Una cosa es intentar alcanzar un
consenso, pero no nos podemos eternizar porque hay prisa por los trabajadores,
en primer lugar, y hay prisa por tener una situación plenamente regular con la
Unión Europea. Este es el objetivo fundamental que tenemos planteado en nuestra
negociación. A partir de ahí se nos plantean dos problemas evidentes que todo
el mundo entiende: garantizar la demanda —a ello ha hecho su señoría referencia—,
lo cual quiere decir que tenemos que garantizar que las empresas eléctricas
hagan las inversiones medioambientales que sean pertinentes y, en segundo
lugar, tenemos que garantizar un ejercicio de realismo por parte de las
empresas mineras porque, de lo contrario, corre riesgo el plan. Si Bruselas
vuelve a plantear un plan que no es coherente, que no se sustenta
económicamente, corre riesgo toda la minería. Hay que hacer exactamente lo
contrario: apostar fuertemente por el sector, apostar con realismo. Eso es lo
que hacemos.
Respecto de los fondos, por una
parte, tenemos el compromiso del Ministerio de Hacienda de que todo lo que se
paga este año con cargo al presupuesto 2013, pero siendo subvenciones de 2012,
se produciría una ampliación de crédito para que no hubiese una merma de las
ayudas en el año 2013. Por otro lado, tenemos la idea de que lo prioritario son
los apoyos territoriales y sociales, de manera que si en algún momento se
produce una reducción ordenada de la producción en algunas unidades, los fondos
que estaban destinados a la ayuda a la producción a esa unidad deberían
destinarse íntegramente a apoyo territorial y social.